Sueños sin siestas, recuerdos de otros mundos.
Inicio y fin de miles de historias, los cuadernos chorreaban vida.
Hoy solo son hojas con anotaciones, de ninguna salta una espada, un lobo o un amor.
Cambíe fantasias por vida real, me olvidé de los barcos y las hadas.
Ya no hay bosques encantados, solo estructuras cementadas.
La pobreza de estar vivo sin vivir, de ser máquina multifunción sin repuestos que vengán de China. Las paredes ahora me limitan, y el campo abierto es soledad.
Hasta que alguien me sacó del letargo y me hizo acordar que es inutil seguir con los pies en la tierra cuando lo que estoy pisando es agua.
Gracias devolverme las manos Tam.
Y muchas gracias por la función!
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